Silencio
Así, desgajado de tantos años pasados,
ahora soy un poco de nada perdido
en la habitación.
Me confundo si pienso en otros yo instalados
en otros momentos, en otros yo metidos
en otro pellejo, intentando comprender
lo que se ha llevado la trampa perversa
del silencio.
Esperar de venas de corazón abiertas
eso
que ha existido apenas
como un movimiento minúsculo
de hojas en la noche,
como el mito enterrado en lo más profundo,
el mito que jamás
verán vuestros ojos.
Esperar,
porque aún es temprano
para irse a soñar
y la tarde exige más y más silencio
que engendra nuevas soledades
y de nuevo silencio.
Y más silencio...
Comentarios
Y supongo que más que pronto, es tarde para irse a soñar
te deseo un año con muchas esperanzas.
saludos.
Ingrid