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Conforme

Recuerda algunos horrores que la carretera capturó. Asciende y descansa, se mantiene en esa nube a la que mira de reojo. Siente la gratitud. Escruta los ojos, las caras, los pasos. Todavía hay tiempo para eso. Pero ahora tan solo le falta fijar las calles mojadas,  las tardes de oficina. los tránsitos, los atardeceres, el viento, las estrellas... Hay necesidades perentorias, memoria, procesos, espadas -una vida por delante-  Pero ahora le falta el ímpetu para nombrar los horrores de la cuneta. Convocarlos, darles una forma y dejarlos marchar.  

Gema y el cielo

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 Ventura - Santero y los muchachos   Gema, pienso en ti. Pienso en ti mientras miro arriba, hacia el sur, a un cielo de septiembre extrañamente tibio, un bálsamo de astros para mis párpados cansados.   Toco la madera gastada del banco y pienso en los años lustrados, en el amor que se pierde para siempre cuando se retiene. Cuando no se da y se desperdicia.   Ahora, ya en Tapia, el banco es de piedra y es áspero y el mismo cielo de hace unos instantes ya parece otro. El cielo que no me pertenece, el cielo que no reconozco, el que apenas me conmueve. Y ese es nuestro muro, Gema. -Eso creo- Un cielo que mi mirada altera. El firmamento emocional. La escalera rota que sube al cielo de mi infancia. 

El jardín

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Russian Red - La canción de tu vida (versión de Joe Crepúsculo) El cielo metálico exhala una salpicadura fínisima de estrellas. Mi mente, desbordada, intenta recordar... Pero no hay sitio ya. No se puede avanzar sin soltar lastre. No es posible seguir con "la ilusión de que vivir es indoloro" En el espacio sagrado destinado a los recuerdos han germinado pérdidas y decepciones. Pero también la imparable luz de una esperanza. Ahora vivo en ese jardín que ya es mi casa, y mi amnesia.    

Claudicar

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  De cómo empezamos. Depedro   Crecí en la música y aprendí a convivir con ese desgaste. Se desdibujaron los recuerdos. Asumí todas las pérdidas Aprendí. Los años pasaron como se pasan las páginas de un libro que se lee rápida y perentoriamente. He sido conservador y cobarde. Asumo todas las pérdidas y la Gran Derrota Final. 

Mentiras

So I look in your direction But you pay me no attention do you Shiver. Coldplay   Me hace mejor la presunción de tu pensamiento. Progreso en ti, en el honor de tu indiferencia desafiante, en el orgullo que germina, que hiere cada furtiva mirada.   Crezco en ti, o eso quisiera.   Me desarrollo, en silencio,  como una planta,  a la exposición de tu indirecta luz. Pienso que esto es así.   Me engaño y lo sé.  Todo vale si puedo sobrevivir a esta salva interminable  de silencios.  

Soy y tengo

Es pronto para la amnesia y tarde para irnos intactos Consejo de sabios. Vetusta Morla   Tengo un poto que nace y una casa, un amor pasajero,  un nido de amores, un padre buscándome,  una familia que aguarda.  Tengo miedo y esperanza, un coche en el taller, un Bill Evans, un Borges, una pena pegada a la piel. Tengo sueños efímeros,  deseos sobre deseos, caos meridiano, astillas de héroe. Tengo los hombros aplastados por la presión, un pasado guardado en la mesita de noche, años brillantes, nocheviejas, lunas de agosto, la infancia marchita, la cabaña en el árbol. Soy, a mi pesar, guardián entre el centeno, el que se preocupa, el dramático, el hombre nervioso, el que aparenta, el niño perdido. Soy árbol, soy el que casi sale,  el que se va, el que se queda,  el muerto viviente, el tonto que friega, los restos de las cenizas,  la hoguera de mi vanidad. Soy el hombre que amó, el deseo en potencia, la luz prometida, el verso suelto, el cisne negro, el mirlo blanco, el hombre corriente, el

Con P, de Pasado

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  Present tense-Radiohead Puestos a pedir pediría no pararme en los pretéritos puntos, no empantanarme en el pasado. Podría pedir, por ejemplo, postergar la vida, perdonar. Podría pararle los pies a la primicia perentoria, procastinar poco, prorratear las miradas, repensar las pasiones, ponderar mis pasos, poner pies en polvorosa, pararme a pensar o, por fin, partir. Para pedir prórroga podria pintar, patinar, poner poesía de por medio, pasar por alto los puntos sobre las íes, paralizar mis decepciones y parapetrarme en mi propio poder. Puestos a pedir, pediría pararme en el presente preciso, precintar el pasado, la primera parte, pararle los pies a la pena ¡ni un pero ponerle!, pinchar su pompa. Perpetrar mi plan a trompicones. Podría pedirme perdón y lo pido: perdonarme. Podría pedir un puente para pirarme, pasar de puntillas por el pueblo. Podría pararme, pensar mi posición. Plantarme. Para poder parar y protegerme preciso pasar de la P de Pasado a la A de Acción. Para poder pedir

La mirada de Jovellanos

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  También me edifica el viento, la singularidad, el cielo, el ocaso paciente que demora la tarde. También fui yo la persona que corre allá en la orilla, la elipsis del ave, el mar encabalgado, el tiempo que devora la tarde. Fui cualquier playa en mayo. Cualquier mar, el triunfo de la épica, mirar al animal sinuoso que aplasta y barre la tierra. Que la dignifica. Fui yo mismo aquí. Ahora puedo recordar... Fui la mirada de Jovellanos desde su celda. Su mar, el mío y todas las cadenas. El aire ancho y violento. La mirada de un hombre que sostiene la tarde.

El hilo de ayer

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    Si estoy suficientemente audaz, no entro en las tripas del momento. Procuro no recrear la primera experiencia, no sacar tajada de un viejo latido. Arden las pérdidas -por supuesto.- Pero ando tejiendo un ahora con el hilo de ayer.

Todo aquello que lucha por nosotros

"Multitudes enteras habían llegado allí durante más de un siglo, habían labrado la tierra, abierto surcos cada vez más profundos en ciertos lugares, en otros cada vez más irregulares, hasta que una tierra ligera los recubría y la región volvía a la vegetación salvaje, y procreaban y desaparecían. Y así sus hijos. Y los hijos y los nietos de aquéllos se encontraron con esa tierra como se encontraba él, sin pasado, sin moral, sin lección, sin religión, pero contentos de estar y estar en la luz, angustiados frente a la noche y a la muerte.” El último hombre. Albert Camus   “Probablemente de todos nuestros sentimientos el único que no es verdaderamente nuestro es la esperanza. La esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose”   Julio Cortázar   Transcurre el día con formas de sueño. No embriaga el momento, solo se filtra como un veneno que seda de oscuridad y se administra lentamente, sin matar. No es júbilo sino distracción. No es presen

Objetivo

Descifrar esa sonrisa ladeada. Descomponerla en ojos, labios, ángulos, y la luz de abril que se inyecta de nordés en el cabello recogido y la blusa a rayas. El enigma de tu cuerpo tras el pantalón de lino. Los pies bonitos dentro de las sandalias.  Los pies transparentes.  Descifrar tu presencia inaccesible, la sonrisa dulce y ladeada que capitanea mis asombros.   

Silencios

Silencios Trompetas de muerte. Lo que no se dice son himnos del olvido.

Como se entiende un viaje

  ...joder, pues porque atardecía. Y yo estaba sentado en la Cruz, atento a todo. Y me daba cuenta. Y el momento tomó forma. Y yo atento a todo. A los coches que llegaban a la misa de las ocho y se colocaban en los aparcamientos y parecían hormigas. A las farolas que, como despertando, de repente iluminaban solo lo justo a su alrededor, aquella cornisa, la puerta de la escuela, la copa del árbol al lado de la canasta. Y yo atento al declive de la luz, al desparrame discretísimo del sol hacia abajo, allá a lo lejos. A los sonidos, a esa curva que es la tarde y que ignoro siempre y siempre está ahí, día tras día, para quien sepa pararse y quiera presenciar el minutero que es la tarde, la luz que merma, despacio, silenciosa. Y hay que reconocer que el día fue benévolo. Un anticipo de primavera. Una muestra, pura cortesía de un invierno con los días contados ( febrero y sus promesas ). Y allí, sentado en la Cruz, ajeno a las prisas y al drama del día después, allí vivía yo los minutos, que

Nordés y barro, voluntad y hogar

El mundo es arcilla Bienvenida . Quique González    Bajo el pinar chilla el invierno y sobre el suelo de espinas yace el nido volcado de una pega, un informe entramado, perfecto hogar de plumas, ramas y barro.   El nordés, que nos define,  también nos desequilibra, a los funambulistas del viento, a los que caminamos vacilantemente sobre una cuerda, sin más abismo que el empeño por poner ahí debajo el acantilado voraz del propio miedo. Nos define el nordés y el barro. La pega, en la sombra de Diógenes,  colecciona bajo el alero del teixo, cáscaras, excrementos y brillantinas, lo mismo que los buenos y malos recuerdos que son punta de flecha de la memoria,  aquello con lo que construimos -golpe a golpe, verso a verso- todo lo que somos: voluntad y hogar.      De ahí, con barro y esmero,  cada invierno, cada ciclo, una y otra vez el animal construye -inexpresivamente- su cobijo, se empeña, desgastándose en el tiempo, como una roca en la erosión del río, dejándose la piel y la plumas, amig

Es la fortaleza

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Estoy vivo y he sorprendido las estrellas en el alba Creación. Cesare Pavese   Porque el amor no es enamorarse. Es, una y otra vez, construir el mismo patio donde escuchar el canto de los mirlos, cuando aún es de noche, en primavera Trabajos de amor. Joan Margarit   Bebo un té, en mitad del invierno -un té muy caliente, como el pecho del petirrojo en la nieve, como el corazón dentro del pecho del petirrojo en la nieve- La cortina de vapor me lleva a otro té, lejano , en el sur, cuando aun estudiaba (las primeras temporadas de la serie. El pasado, desde aquí siempre ingenuo e, invariablemente, siempre más feliz). Agua caliente con hierbas que ingiero, subiéndola hasta la boca, y que baja por la garganta hasta el estómago y allí me serena. Y escribo. Al parecer, nieva. Se suceden los episodios de esta temporada. El mar derriba furiosamente un faro. Una ballena rorcual se arrastra hasta la fría orilla de la playa y allí, sencillamente, muere. Es la misma playa en la que nosotros tamb