Imposibles
Quise imposibles
Quise una playa imposible
Una playa silenciosa
Sin el tic tac de las olas
Sin la vigilancia de las gaviotas
Al final vi que no era la playa que quería
Pero ya daba igual, tenía prisa
Y me fui
Oficina de objetos perdidos
Cómo entender la pregunta de la realidad, aquí, dentro de esta escafandra oscura. Me han adelantado los años, lo sé. En el mar, las olas rompen a desmano, donde ya no puedo llegar. Alguna vez coroné ese pico, pero no era yo... Confiaba en salvarme, el camino parecía largo y lleno de promesas. Hoy, las nubes al atardecer forman interrogantes sobre la playa. Algunos objetos perdidos: Un reloj de pulsera. Un caballito del rancho de Playmobil. Un examen de historia. Unas gafas de sol graduadas. Varias sudaderas favoritas. Un ligamento cruzado. Trenes y algún autobús al sur. La bicicleta roja de la infancia. Amores variopintos, amistades desidiosas. Otras gafas de sol. La forma de comunicarme. El libro de Pedrito. Los aullidos, el olfato, las penúltimas gafas de sol, las estaciones del año.
Comentarios
:)
Es mejor irse a tiempo,antes de que lleguen las olas y te ahoguen.
un abrazo
genial el texto!
Cañita Brava.
;-)por cierto,buena obra.
Hacia placeres que estaban
tanto en la realidad como en mi ser.
Y bebí un vino fuerte, como
sólo los audaces beben el placer.
Konstantino Kavafis.