Vale más un cucharada de suerte que un barril de sabiduría
"Dicen los marineros que el que sobrevive a dos naufragios ya nunca morirá ahogado. Esperanza Aguirre no tiene pinta de loba de mar, aunque se le atribuyan condiciones de loba de la política, sino de chica Telva . Es rubia como uno de esos tesoros que buscaban los piratas antiguos, pero en vez de un arca se ha podido encontrar, por segunda vez, con el arcano más recóndito. La primera se salvó porque la ruleta detuvo sus aspas a tiempo y la segunda se libró porque huyó por pies, aunque tuviera que hacerlo en calcetines. Napoleón elegía a sus generales entre los que tuvieran suerte demostrada. Sabía, como mucho antes lo supieron los chinos, que «vale más una cucharada de suerte que un barril de sabiduría», pero quizá haya que preguntarse si es más afortunada la criatura que se ha salvado de dos accidentes que la que no ha tenido ninguno, aunque esta última tenga menos cosas que contar y reciba menos enhorabuenas.
Parece que los atentados de Bombay inauguran una nueva época. En mi opinión lo que hay es una crisis de la resignación. Basta estar una temporada en la India para darse cuenta de la catastrófica distribución del mundo y para distinguir el hambre del apetito. Allí todo es confusión, pero una confusión diferente a la que puede verse en otros sitios, entre cuatrocientos dialectos y otras tantas religiones, por cierto todas verdaderas. Abundan los mathamas, que al parecer significa alma grande y cuando Kipling dijo que Oriente y Occidente no se encontrarán jamás omitió decir que tampoco es probable que India se encuentre a sí misma. Allí nadie puede presentar un plan anticrisis con 8.000 millones de rupias para los ayuntamientos. Hay más ayuntamientos que rupias y además en Babel faltan traductores."
Comentarios
John Frusciante
Me encanta