Noche de verano
Reías, y yo amaba el mundo bajo tu vientre. Allá arriba el fulgor argénteo sobre tu espalda desafiaba al tiempo y a las máscaras,al olvido... El cielo nos señalaba con sus guiños y su enigma y una luna fértil volvía para aparecer fantasmal sobre mis sueños. ¿Qué decir del mar en manos de tu mirada o de tu cabello enrroscado como una serpiente azul sobre la toalla? Est ábamos ah í, vivíamos en esa burbuja. Con el beneplácito de la noche volvimos a besarnos hasta el amanecer.