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Mostrando entradas de septiembre, 2009

Go play the game

"So look see the sights The endless summer nights And go play the game that you learnt From the morning" Nick Drake___From the morning

Mi verdad (un poema frívolo)

Esperé, y ahora, con todo el derecho y honestidad, escribo sin ensuciar la hoja en blanco con técnicas tramposas. La sinceridad de estas letras ya de por sí las dignifica. La ausencia de artefactos las coloca muy cerca de la verdad. Qué verdad, ya (yo también me lo pregunto) Pues mi verdad

Hermano

George Winston___Too much between us La madera de los muebles es caprichosa esta noche. Mientras oigo sus quejumbrosos chasquidos tu respiración apacible y cansada me inspira una marea espesa que bate el mar del sueño con actitud paciente y lenta. Pienso en las literas, en las peleas, en nuestra infancia compartiendo tantas cosas que hace tiempo sustituimos por otras tan inútiles e inservibles cuando de lo que se trata es de sobrevivir como hermanos. Te oigo respirar y pienso que tu bondad sólo es comparable a una tristeza que ya no sé si atribuirte, que yo, hoy huésped y testigo de tus ronquidos, vivo de esa materia hecha de tristeza y sueño deseando que la vida no nos separe nunca y que el paso del tiempo, marcado hoy por estos muebles, sea el mismo para ambos, al menos tanto como sea posible.

De lo común y lo propio

Va finalizando esta historia. La hoja de guarda es exactamente vestigio y símbolo del universo naúfrago que desde hace un tiempo sólo me pertenece a mí. Hace ya mucho también que derivo en un mar de parcialidad, que los puntos de unión -muchos pero etéreos- soportan estructuras distintas, aisladas por el tiempo y sus efectos. Hoy toca definitivamente romper el teatro de la ausencia, emprender acciones que nos devuelvan a la pureza, a los territorios vírgenes del alma. Hoy toca hacer la maleta y huir a las ciudades, esas en las que nuestro amor no estará jamás

Sin concesiones

Algo pasa con este tiempo sin concesiones, con esta noria de intensidad furiosa y salvaje. Por otra parte son delicados sus satélites y de ecuánime belleza las marcas de arena y espacio amontonadas apocalípticamente en los vestíbulos, delimitadores de esta orilla definitivamente efímera. Pecados y faltas , errores añejos, todo eso ya está formado. Y es ahora -confluencia extraña, transición turbadora- cuando nos toca pasar por caja, muchas veces, y sentir la intensidad que fluctúa y que sigue , la tensión irresistible , usurera bandida de nuestros septiembres.

Expr.

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