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Mostrando entradas de 2012

De patrias

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"Mi única patria son mis dos hijos, Lautaro y Alexandra. Y tal vez, pero en segundo plano, algunos instantes, algunas calles, algunos rostros o escenas o libros que están dentro de mí y que algún día olvidaré, que es lo mejor que uno puede hacer con la patria." Roberto Bolaño en La última entrevista a Roberto Bolaño, Mónica Maristain. 

FAULKNER

Hay algo, muy poco, de lo mío, muy puro, y mucho de todo lo que me es ajeno. Vive ahí la descripción poética de la luz, de lo universal, eso que comparto con otros y que también es mío. Vive el deja vu de las sensaciones puestas por escrito pero también la extrañeza de lo insignificante, -el registro del detalle- el esfuerzo salvaje por plasmar que al final se ha vuelto algo inmortal, digno de quedarse en el pergamino de lo imperecedero, en la Literatura.

Corriente de insomnio bajo el Bernesga

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  * Anoche el río que pasa por León se llamaba Insomnio. En cambio, el trueno sobre el tejado aquí en Pucela era, sin duda, un hierro escapado del Pisuerga. García Madero, era el peatón infrarrealista caminando por el Distrito Federal de mi memoria. Mi vida era olvido, un lienzo de nieblas donde se esconden los detalles y se mixturan nombres, fechas, lugares, sueños. Lo esencial anoche fue dormirse como una pantera asustada bajo el bochorno de la tormenta, poco a poco, cerca de nada, completamente a tu lado. *La fotografía está sacada del blog Paseando por León

Everyday

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Siempre te miro por primera vez

Nota

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4 Broken hearts___Norah Jones Levante el corazon quien tenga rotas las manos

Verano (ya todavía)

En las trémulas tierras que exhalan el verano, el día es invisible de puro blanco. El día es una estría cruel en la celosía, un fulgor en las costas y una fiebre en el llano. Pero la antigua noche es honda como un jarro de agua cóncava. El agua se abre a infinitas huellas, y en ociosas canoas, de cara a las estrellas, el hombre mide el vago tiempo con el cigarro. El humo desdibuja gris las constelaciones remotas. Lo inmediato pierde prehistoria y nombre. El mundo es unas cuantas tiernas imprecisiones. El río, el primer río. El hombre, el primer hombre.  Manuscrito hallado en un libro de Joseph Conrad Jorge Luis Borges Luna de enfrente, 1925

Siempre pasa igual

Quiero hablar de nuestro octubre, de cuando nos acordemos de ahora con una nostalgia sabor a ceniza.

Silencio cosido al silencio (poema rescatado)

Cuando voy me quito las gafas y abro mucho los ojos, me despejo el flequillo de la frente y sonrío o me meto muy serio dentro de tus ojos mates para que se encienda la luz y saltes de un portazo a la realidad donde yo habito. Mis intentos son de niño, más del deseo que de la ciencia. Tú andas muy lejos, paseas en un limbo de vacíos. y a veces vuelves si sonríes sin voluntad pero con una convicción que guarda la esencia de tu alegría abismada. La lejanía y la lucidez son compañías bastardas en tu viaje por lo transitorio. Ahora eres una anciana, ahora eres una niña, ahora no eres nada .

Duelo

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Como en la vida la geometría en la playa no existe. Se es un naúfrago ya en la orilla, como un peatón apasionado de las arenas, casi un animal cretácico que entra vacilante a nadar en las aguas de un mar sin centro. Me he perdido allí muchas veces -contigo, contigo, conmigo- Al salir siempre he acabado encontrándome, ajustado, ganador de un duelo,  listo para ser otra vez libre desde el principio.

Carmen

Hay peces muertos en la celebración sobre el mar.  La bandera deshilachada los tapa y los deja ver,  los tapa. El mar se ha vestido de brillantes y velas. Tapan el recuerdo las bocinas dramáticas de los barcos.

Escribir*

Y ese hastío de crear más es insignificante cuando palpita en el estómago la corazonada de un volcán. O sale o se pierde, o se saca de dentro o la explosión futura puede terminar destruyendo aquello que me rece la pena del espíritu. *Un poema inédito traído a colación con mayor o menor fortuna tras reflexionar aquí sobre el acto de escribir (poesía)

Música para malogrados

"Te escucho, lector y no te negaré que casi se acabó la fiesta y que el cielo radicalmente negro siente indiferencia por todos, pero imagina, por un momento, que vas por ese último trayecto que le queda a la literatura y estás con los personajes de tu propia música en la última frontera, perdido en el desierto de Sonora, por ejemplo, al final de todas las búsquedas, o en la biblioteca gótica del gran Gatsby y te llamas Ojos de Búho y eres aquel tipo de grandes lentes que va siempre aturdido después de haber comprobado con asombro que los libros de la casa de Gatsby no son falsos" ENRIQUE VILA-MATAS El País, Babelia , 2 junio de 2012

Desconcierto

Como si solo fueses un recuerdo vago y escondido, la memoria leve de otra vida.  (Así te quiero  desde que no estás, solapo a olvido la erosión de mis recuerdos sobre tu imagen)

4:51 am: frente al mundo

Todo apuntaba a un libro laberíntico, casi diríase que borgiano. Por el cajo y en la base del lomo el cuero terminaba áspero, erosionado así por los años y las manos. En la boca, la cabezada estaba cosida profesionalmente, quizá por un artesano cualificado o por los hombres-correo que escondían allí mensajes secretos y poemas. En la hoja de guarda, una no-palabra encabezaba el volumen, así: “Tawctbb.Ootinrt” Terminó el café extrañado y febril escuchando a Mahler por los auriculares. Después recogió la mesa y salió a fumar. Afuera, el claro de luna satinaba la acera y los silencios. Entró de nuevo y volvió al libro impetuosamente. De golpe su curiosidad se disipó como la ramificación de un relámpago: en la página 107 leyó su propio pasado inmediato: “La puerta se abrió y se cerró. Montag se encontró otra vez en la oscura calle, frente al mundo” Lo escribí hace unos meses, inspirado en la lectura de Fahrenheit 451. Lo presenté a un concurso de microrrelatos pero, por su

Porvenir

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fuente: http://www.acantilado.es/cont/catalogo/imagePot/NACA059.jpg "El aire se fue arremolinando hasta conseguir una lluvia de hojas y espantar el manto de niebla, y la luz cambió de color. Todo cuanto teníamos alrededor configuraba la respuesta a la esperanza, y pensé que también era necesario para vivir aquello que se esperaba, que para andar por la vida no bastaba con lo que se conocía o se recordaba." El palacio azul de los ingenieros belgas. Fulgencio Argüelles. Acantilado. 2003. p.280

Mayo

El toro tras el manzano resultó ser sólo un cuerno dorado, muy fino, tirando con saña de la curva del mar fugitiva. Yo ya he muerto si los grillos callan, si las estrellas se bloquean de repente en un uno o un cero, si se extingue en nada el aroma vivo, tan superfluo, contemporizador de mayos y silencio. Los árboles en fotograma son también pasado y futuro, memoria, nunca ya, jamás delegaciones espurias de la muerte y del caos. Las casas guiñan amarilla luz en las ventanas y pasa el tren a lo lejos, entre bosques de castaños y recuerdo. Y después, al final, se esconde tras los tejados del oeste un Venus regado de silencio , y el viento pasa como un minutero que huye de ayer y los párpados se quedan adormecidos, como pequeños gorriones en mitad de la oscuridad y el olvido.

La esperanza

[...] No es este nuestro mundo, habríamos soñado otro lugar sin mártires ni dioses,  pero encontramos ángeles y en ellos habitaba la esperanza de vivir, y la vida con su justa y sencilla dignidad merece aquel dolor que derramaste. [...] De Ángeles .  Fernando Valverde . Los ojos del pelícano. Visor. 2010

El deseo

Núria me decía que es preciso volver a aprender lo que sabíamos, regresar a lo básico, a aquellas cosas sencillas que alguna vez nos hicieron felices. Juan Cruz Urge vivir en otros lugares y en otros momentos, conjurar las espinas de la lluvia en la oficina, las arboledas, los ríos, las batallas en el corazón de la poesía y en los libros. El deseo de viajar dentro de mí, el deseo, sustenta esta trampa   tan legítima y dignificante, tan humana. El resto es reconocer lo simplemente minúsculo, aceptar el ruido atronador y breve dentro de este silencio infinito, aprender a mirarse  de una vez en los espejos.

7:30 am

Qué ruido incansable,  qué rutina de la memoria nos ha llevado a esto

Suma

Tú que ayer sólo eras toda la hermosura eres también todo el amor, ahora De Sábados . (Fervor en Buenos Aires). Jorge Luis Borges

El esclavo más feliz

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Sin que puedas explicarlo mi mundo se ha reducido a ti y ahora soy el esclavo más feliz de tu alegría. Continúa con el chantaje de tu risa y recuerda que es el silencio nuestro enemigo .

Nosotros

[...] "Los otros, los que no sacamos libros, parecemos menos escritores. Los diaristas, los que no nos vamos con cautela, ni pensamos que infringimos las bases de la beca al dejar rastros por todos lados. Escribimos aquí y allá, y nunca nos atenemos al arte de la contención porque posteamos a la menor oportunidad. Publicamos pero no tenemos bibliografía. Nuestro currículo es un compendio de direcciones de Internet.  Nadie nos agradece que no publiquemos. Nadie nos dice: hey, tú, gracias por no regalarme otro de esos libros que no voy a leer. Gracias por no despilfarrar el presupuesto oficial en una de esas ediciones apresuradas, de letra pequeña y al menos tres logotipos horrorosos en la cuarta de forros. [...] Escribir sin publicar. Una actividad clandestina que no pocos están dispuestos a ejercer. Cada semana me aborda alguien para preguntarme por el próximo libro. Ni siquiera el que estoy escribiendo ahora sino el que en estos momentos está en la mes

El sabor de la manzana

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  [...] El sabor de la manzana (declara Berkeley) está en el contacto de la fruta con el paladar, no en la fruta misma; análogamente (diría yo) la poesía está en el comercio del poema con el lector, no en la serie de símbolos que registran las páginas de un libro. Lo esencial es el hecho estético, el thrill, la modificación física que suscita cada lectura.[...] Jorge Luis Borges. Prólogo de Poesía completa. Destino. 2009

Lector

Soy lector como soy peatón. Soy un partisano de las horas restantes, el orgullo borgiano, el respeto de saber que pronto no seré nada. Si no leo me seco por dentro, si no leo la vida necrótica, la vida se vuelve una sábana sin letras ni sueños, una amnesia de tipografía invisible.

"Al fin y al cabo, lo normal es leer"

Quizá hubiera que decir algo más sobre eso, sobre el no escribir. Mucha gente me lo pregunta, yo me lo pregunto. Y preguntarme por qué no escribo inevitablemente desemboca en otra inquisición mucho más azorante: ¿por qué escribí? Al fin y al cabo, lo normal es leer. Mis respuestas favoritas son dos. Una, que mi poesía consistió -sin yo saberlo- en una tentativa de inventarme una identidad; inventada ya, y asumida, no me ocurre más aquello de apostarme entero en cada poema que me ponía a escribir, que era lo que apasionaba. Otra, que todo fue una equivocación: yo creía que quería ser poeta, pero en el fondo quería ser poema. Y en parte, en mala parte, lo he conseguido; como cualquier poema medianamente bien hecho, ahora carezco de libertad interior, soy todo necesidad y sumisión interna a ese atormentado tirano, a ese Big Brother insomne, omnisciente y ubicuo -Yo. Mitad Cabilán, mitad Narciso, le temo sobre todo cuando le escucho interrogarme junto a un balcón abierto: "¿Qué ha

Despertar (Fin de fantasía. Cesare Pavese)

No tenemos más que esa virtud: comenzar cada día la vida -ante la tierra, bajo un cielo que calla-, esperand o un despertar. Se asombra alguien de que el alba implique tanto esfuerzo; de despertar en despertar, una labor ha sido efectuada. Pero vivimos solamente para darnos en un estremecimiento al trabajo futuro y despertar, de una vez, la tierra. Y alguna vez ocurre. Después vuelve a callar con nosotros. Fragmento de Fin de fantasía . Cesare Pavese. Cesare Pavese. Poesías completas . Visor. 2008 

Tu espacio

He colonizado este espacio y hasta tus espejos me pertenecen. Solo, acaso con un par de gatos que me merodean desconfiados, vivo perplejo entre tus objetos: la cama dura como un tocino de cielo, dos rosas resecas, calcetines, tangas, libros y el pequeño cactus bicéfalo que casi hemos dejado morir sobre la estantería. Tu recuerdo aplasta las paredes. El espejo nos lanza juntos, jugando a ser inmortales cuando tantas veces sobrevolamos las sábanas y las horas. Ahora, cada vez más, pienso que siempre hemos muerto como héroes arrebatados por el deseo, como rocas, como lo inmutable, haciendo del mundo un lugar pequeño limpio            perfecto.

Perfección desperdiciada (poema de John Updike)

Y otra cosa deplorable acerca de la muerte es la desaparición de tu propia marca de magia, que te llevó toda una vida desarrollar y comercializar: las ocurrencias, los chistes, el punto de vista amoldado a unos pocos, aquellos seres queridos más cercanos al escenario, sus suaves rostros blanqueados por el resplandor de las candilejas, su risa al borde de las lágrimas, lágrimas que se confunden con sus pendientes de diamantes, su cálido aliento compartido al compás de los latidos de tu corazón, su respuesta y tu actuación hermanadas. Las bromas por teléfono. Los recuerdos comprimidos en el archivo de acceso rápido. El acto en su totalidad. ¿Quién lo representará de nuevo? Muy sencillo: nadie; imitadores y descendientes no son lo mismo. John Updike (Reading, 1932-Beverly Farms, 2009),  Collected Poems : 1953-1993, Alfred A. Knopf, Nueva York, 2001 Versión de Jonio González Leído en Otra iglesia es imposible

Aniversario difuso

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Jamás pretendí que mi indiferencia se volviese un monstruo pesado incapacitándome para infinidad de acciones, especialmente para el olvido. Nunca vi más allá de los pasos lógicos, casi nunca más allá del humor con intermitencias o los días en que el frío era un estorbo para la poesía. Ya a destiempo vivo en la ciudad sin sueño donde todas las noches eran promesas que nunca creí y los perros andaban solitarios como vagabundos budistas por las calles sin tráfico y las colinas. Con tristeza volvían sus ojos amarillos para contemplar por un instante la bella ciudad ardiendo entre la bruma. Lhasa de Sela___Is anything wrong

L i s b o a

Parecer ser que lo único que suena bien, en el sentido de que suena a azul y suena a atlántico y suena a brillo y suena a libertad, y, en definitiva, a mar, parece digo, que sea esa palabra tan aterciopelada. Esa palabra fresca, desnuda pero también exhuberante, frondosa, amable, azul, azul cobalto, azul celeste, azul nocturno, azul niebla, azul ópalo, azul tirando a índigo, azul aciano paleta de Vermeer, azul mar de luna de Munch, azul de ultramar. Está esperándonos la palabra, digo, para ir de la mano de la primavera, para ir todos, los vivos y los muertos, los animados y los inanimados, para transitar por el tiempo de sol como un grupo de amigos bellos y felices que no necesitara siquiera jactarse de la belleza ni de la felicidad, y como si alguien ulterior, un narrador quizás, contase sin muchos detalles cómo vamos recorriendo una ciudad al amanecer y al atardecer y cómo en las horas medias nos acurrucamos en los cafés o sacamos fotos a las flores o flores a las fotos o miramos l

Camino

Vamos todos derechos al olvido

Samuel Riba y la simpatía

(SIMPÁTICO) No puede sentirse mejor. Ha logrado lo que venía buscando: comenzar a caer al otro lado . Está por fin en una geografía donde reina la extrañeza y también -para él al menos- el misterio. Y nota que la alegría que rodea a todo lo nuevo le está haciendo casi volver a ver con entusiasmo el mundo. En países como éste, uno se puede reinventar, se abren horizontes mentales. Tiene la impresión de que absolutamente todo es nuevo para él, hasta los pasos que da, la tierra que pisa, el aire que respira. Si todo el mundo comprendiera que de repente todo puede ser nuevo a nuestro alrededor, no necesitaríamos ni siquiera perder el tiempo pensando en la muerte. Dublinesca. Enrique Vila-Matas (PARASIMPÁTICO) "Ambition fluctuate... and fade. People start things with a passion, but eventually they lose that initial drive and slow down. But imagine if you locked into that initial push, trough your entire life, never wavering..." ¿? 

Yo era ellos

Pasaba las fotografías rápidamente fijándome en los ojos de las personas como si examinando el pozo de sus pupilas pudiera yo diferenciar la naturaleza del enemigo. Al cabo de un instante me di cuenta de mi actitud ridícula de censor inutil y sancionador de conciencias. De que, con pose o no, todos ellos también eran yo mismo, seguramente con algún sueño o inquietud en sus mentes, con su propia lucha descendiendo en vaivén de un lado a otro, como una pluma que no llega jamás a tropezar en nada. La lucha, prefijada en la utopía o en las más altas aspiraciones, el escenario donde se desarrollan los sueños donde uno querría quedarse a vivir.  Yo era ellos , yo podía entender sus coordenadas en el campo de batalla, las de unos y otros, porque yo también albergo en mitad del pecho una escena sin paredes de tiempo, un objetivo: la lectura pausada de un solo libro bajo un cielo de acuarela azul. El silencio inquieto de un río que amasa las arenas del mar a través de los años.

Silencio revolucionario

Esas tiras de luz son la veladura de la tarde patinando sobre este cielo, quizás desde el cielo particular de la ciudad donde vives. La luz que envías se recibe en este Oeste como el derrape de un rio cuya presa ha estallado de golpe en las montañas. Los árboles desnudos del parque no pueden ser otra cosa que iconos de una revolución tenue amparada por el silencio. Dime, a qué hora oscurecen los campanarios en tus oidos, cuándo levantarás tus ojos del libro para que tu pensamiento  se desmaye de nuevo sobre mí.  

Cuestión de límites

Mi distancia le declara la guerra a tu distancia.

Héroes

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Cita de La casa rusia. John Le Carré

Los pasos ciegos

Y llegó la mañana que te superpuso en las coordenadas más sagradas de mi agenda. A favor de viento siseábamos juntos in a river that smells like the sea* y las palabras llegaban al mar y el mar daba nombre al río -y ahora estarás sonriendo- Se confabuló la playa para ser perfectamente imperfecta. Y tras unas huellas de agua en la arena de repente se hizo lunes un domingo a mediodía. A la vuelta tus ojos dejaron de pertenecer a la luz, y el viento te llevaba y yo te llevaba  y los pasos ciegos y los pasos que veían cosieron versos y saudade durante todo el camino hasta casa. *The riberbank. Bardamu. Ecce Homo . 2011