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El paso cambiado

En el recuerdo complaciente se descuelgan las palabras, marchitas como las hojas declinantes de una planta abandonada por la luz.  El viento de estos días, que allouria , la lluvia ocasional,  el pajarillo de la madrugada en los jardines  de alguna ciudad o en el alambre de las antenas, con su descarado salmo de perpetua nostalgia. Todo emerge subido al clamor eterno de la primavera, esa que se estampa cíclicamente contra la misma desmemoria, el paso cambiado. La vida se escurre como un objeto que se resbala en febrero de entre las manos y cae finalmente en mayo y cuando queremos abrir los ojos para ver los añicos en el suelo...  nunca se ha roto. Solo ha desaparecido. Más tarde salimos de esa realidad y la canícula nos ha barrido como una tormenta solar.  Es el dos en uno estacional. La lección olvidada: el tiempo que se cae al vacío sin romperse jamás.

Rumbo

Life happens through us We don't do life, we don't choose life Life does us Music for people in trouble _Susanne Sundfør   Subí al faro y alli pisé la Rosa de los vientos. Caminé sobre ella, es decir, recorrí todo el posible espacio y miré alrededor. Al este, la luna llena. La carretera. La linea que me lleva, dia a dia, donde nace el sol y exaspera el tiempo. Al sur, el campanario anunciando las once, el recuerdo irrecuperable de una tarde. El pasado fragmentado como cristales de colores rotos, escondidos en cada rincón de este pueblo ya silente. Y más allá, pretéritos lugares -Castilla, Granada, África...- Al oeste, el surf y los faros, la vuelta a casa. Lorca y el puente de Brooklyn. La promesa de los viajes en el aire. El porvenir. El santuario de la playa. Finalmente, el Norte, escondite del invierno y de todas sus hermanas, la luz auxiliar de los buques en el horizonte inasible. La luz que guía. Los años que pasan. Los amores olvidados. La estrella polar, ese otro faro....

Nordés y barro, voluntad y hogar

El mundo es arcilla Bienvenida . Quique González    Bajo el pinar chilla el invierno y sobre el suelo de espinas yace el nido volcado de una pega, un informe entramado, perfecto hogar de plumas, ramas y barro.   El nordés, que nos define,  también nos desequilibra, a los funambulistas del viento, a los que caminamos vacilantemente sobre una cuerda, sin más abismo que el empeño por poner ahí debajo el acantilado voraz del propio miedo. Nos define el nordés y el barro. La pega, en la sombra de Diógenes,  colecciona bajo el alero del teixo, cáscaras, excrementos y brillantinas, lo mismo que los buenos y malos recuerdos que son punta de flecha de la memoria,  aquello con lo que construimos -golpe a golpe, verso a verso- todo lo que somos: voluntad y hogar.      De ahí, con barro y esmero,  cada invierno, cada ciclo, una y otra vez el animal construye -inexpresivamente- su cobijo, se empeña, desgastándose en el tiempo, como una roca en l...

Es la fortaleza

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Estoy vivo y he sorprendido las estrellas en el alba Creación. Cesare Pavese   Porque el amor no es enamorarse. Es, una y otra vez, construir el mismo patio donde escuchar el canto de los mirlos, cuando aún es de noche, en primavera Trabajos de amor. Joan Margarit   Bebo un té, en mitad del invierno -un té muy caliente, como el pecho del petirrojo en la nieve, como el corazón dentro del pecho del petirrojo en la nieve- La cortina de vapor me lleva a otro té, lejano , en el sur, cuando aun estudiaba (las primeras temporadas de la serie. El pasado, desde aquí siempre ingenuo e, invariablemente, siempre más feliz). Agua caliente con hierbas que ingiero, subiéndola hasta la boca, y que baja por la garganta hasta el estómago y allí me serena. Y escribo. Al parecer, nieva. Se suceden los episodios de esta temporada. El mar derriba furiosamente un faro. Una ballena rorcual se arrastra hasta la fría orilla de la playa y allí, sencillamente, muere. Es la misma playa en la que noso...

Haciendo cosquillas al pasado

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Tu voz modifica el momento y el paisaje. El dibujo fino de la luna en el cielo de metal. La seducción tras la ventana, el aire, la raza de los árboles... Busco y busco en mi índice de recuerdos donde -pensaba- no había más que inviernos. Ahora emerge una isla en la cuadrícula exasperada de nuestra historia. Y en esta atmósfera, entre un bosque de pinos y el mar al fondo, como una promesa, salta un interrogante sin eco, sin réplica: ¿cómo me has traído hasta aquí?

En cada sonrisa

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Vasijas I - Inlogic Por tu pensamiento se expande ese tono de otros tiempos, esa forma de mirar hacia adentro, hondo, y hacia arriba, lejos Despiértate. Hay un mensaje en el diario cielo, un sentido  en cada sonrisa, un aliento de celebración en cada pulmón manchado de sueño y vida.

Ilusión

La noche es profunda y clara, u n silencio en horizontal , una calma que respira. La poesía se deja caer como un rocío seco y antiguo que nos devuelve  la extr aña ilusión del estío en pleno invierno. No es verano. Es el paréntesis, el avis o, la pausa delicada.  

Canto solitario

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Don´t stop believing___Clem Snide (versión de Journey) Viajo solo, entretiempos. Un tren cruza montañas nevadas de memoria, valles, una frontera que deja todo sin explicar. Ahora, cuando las estaciones son solo una, te veo partir descalza entre las humeantes brumas de septiembre. Huye el recuerdo, los momentos agrandados por el paso del tiempo, la cima que son hoy, una tempestad sentimental de vagones vacíos y ausencias. Sólo hay una estrella, boca arriba, altísima, sobre el cielo de los parques, aún hay cosas que debemos encontrar buscando a tientas en la nada.

El emisario de tu reverso

  En algún eje del tiempo coincidió tu ausencia con la playa vacía. Hubo una resta entonces y del choque salió tan solo un yo victorioso, celebrando la soledad pero también sufriendo condicionales interrumpidas, la amputación del agua sin tu cuerpo. Después volviste y volvió la pleamar a las tardes atizadas por el viento, y vivimos. Ahora llega el otoño, aturdido y seco, como un emisario de tu reverso, como si, con retraso, llovieran postales sobre las ciudades y los niños fueran estatuas incapaces de recordar las sílabas de tu nombre.

800 km al norte

Voy en la soledad clásica del asiento de atrás de un taxi. Me emociono al descubrir la Ursa Major emergiendo tímidamente tras el mar. Un reencuentro en toda regla pienso. Poco a poco, la acumulación de luces en la autovía provoca la aparición de unas gafas montadas sobre una nariz y la pantalla de un móvil viajando como un ectoplasma al otro lado de la ventanilla. Ver el puzzle de las constelaciones es volver a casa en diciembre , cruzar el puente que vigila la ría de Navia , contactar otra vez con todos esos mitos arruinados por el tiempo y la distancia , binomio que maneja los hilos de la existencia

El resto de las estaciones

Son las 4 am. Esta vez soy yo (No estoy sonámbulo) Permanezco insomne en la excusa académica para volver a sentir el ultramundo de la noche Y consciente Abro las dos hojas de la ventana Siento el invierno en las manos y en la luz del flexo Quiero sentir el resto de las estaciones en el canto aún ausente de los jilguerillos También noctámbulos, valientes, comprometidos Ahí vienen Ahí están, pequeños tenores de la madrugada Hábiles tergiversadores del tiempo