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Nunca más volveré a pisar Barcelona, ciudad enigma, fantasma que siempre he ignorado en el pensamiento y en mis sueños. Hoy voy a Valparaíso, a Buenos Aires, Toledo, Cuenca, Nueva Orleans, Venecia, Chicago, Sarajevo. Cosmopolita exquisito, sólo me valen los adoquines de las calles como las de esa ciudad andante y reflexiva -Estrasburgo- Me valen algunos parques, las azoteas, algunos puentes, las tiendas pequeñas sin letreros y sin hilo musical, las bicicletas demodé y las estaciones de tren, esas cavernas en penumbra de las urbes. Rural acérrimo, pero cansado de pisar la grava y los senderos, de mirar el pueblo -desde lejos, in situ, como se mira el mar con los prismáticos- así camino yo por mis días. El hastío descansa intermitentemente. Entre lunas sigo andando. Entre el hormigón y la floresta.

Enero

Caminamos juntos. Recorremos el pueblo siempre por los mismos caminos, la ruta costera, las pistas, las carreteras que circunvalan los montes y las fincas. Ella lleva las mejillas enrojecidas por el fresco de enero y un cansancio leve que le sienta bien. Ha caminado mucho en todos estos años. Según los cálculos que hemos hecho ella y su amiga han caminado más de diecisietemil kilómetros en estos treinta años. Por eso sabe andar por el pueblo. Al pasar saluda a los vecinos, que se mueven tristes o distraídos en los alrededores de sus casas. Ella los saluda por el nombre y en cada saludo hay una historia que agoniza. Hola, Patricio Hasta luego, Socorro Adiós, Germán.

Sozinho pelas ruas

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En avenidas polvorientas coronadas de árboles de jacaranda la mirada de los azulejos rotos se refleja en otro océano, el símbolo de la inve rsión radical en la que me mezco. El otoño que no ha de llegar constituye una pérdida insignificante en el balance próspero de tantos pasos, kilómetros, sueños, miradas. En las pequeñas calles, esas tan quietas que la canícula tumba a los hombres sobre sus sillas de plástico o adormece el sonido de las radios y silencia los pasos del que camina. Cuando cae la tarde, y los carteles reclaman juegos para reconstruir un país con los brincos de sus niños, yo sólo tengo sentidos para caminar y beber sin esfuerzo todo lo que me ofrece este verano expuesto hacia mí como una ofrenda . Con la mente abierta y con suelas en los zapatos y sangre en la s venas y la mir ada al frente el miedo y el hastío se diluyen en el aire como un vapor de alcohol o un cielo nublado que se desvanece incólume , d igno. He muerto hacia atr...

Camino

Yo sé que mi propio camino es virgen A pesar de los que me hablan de una verdad ¿Qué verdad? Tu verdad Lo intento una vez tras otra Y busco hacia adentro Pero no puedo aguantar No puedo esperar Y no puedo aceptar Este himno de idiotas Este dolor What truth___Standstill Desgarro fractal complica aún más esta forma aparatosa de estar en el mundo Mi catálogo de miedos podría escurrirse con una facilidad natural si mis ojos tropiezan con la sonrisa adecuada en este pantano donde todos experimentamos, estupefactos, el ejercicio de la existencia Una mirada certera se convierte en un preludio esperanzador, o quizá simplemente en un momento bello entre tanta lástima De cualquier manera cuando algo me sucede lo convierto sin querer en materia poética y así es como me voy arreglando para aligerar mi camino oscuro y virgen hacia lo desconocido