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Volver

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Home - Morgan   En septiembre, de sol y aire se hincha por fin la vela vieja del navío. El cielo es propicio, resuelto el corazón. Parto por fin. En el horizonte espera Ítaca o, quizá, un invierno donde poder volver a casa.

Esferas en la oscuridad

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Volver a volver - Gabo Ferro En la oscuridad callo... Y las caras aparecen y desaparecen, otra vez, como espejismos incomprensibles. Hacía tiempo que no volvían hasta este lecho eterno donde yazgo. Ya hay paz y silencio en la atmósfera cargada de recuerdos y esferas, las que cierran el círculo y sellan el breve tiempo. La habitación primigenia, los primeros olores, las emociones físicas que duraron tan poco... Y después el tedio y las promesas. Seré mi propia madre, seré mi propio padre y así voy a aprender que irse es volver a volver.

Madrid-Granada

Olivos blancos, fantasmales campos. Agua y nieve se escapan en salpicaduras, diría lascivas, por debajo de las ruedas y yo tengo miedo de ser un snowboarder adormilado sobre el autobús. Me acuerdo de la guerra y el progreso mientras por la ventanilla se produce una sucesión violenta, una coreografía de once coches y diez colisiones (videojuego arcade, pantalla final, una vida) Y qué bonita la nieve y qué bonito el cambio climático (rápido Pekin! disparemos a las nubes!) Todo el arcén es diez o veinte centímetros de blanco. Otros dos coches parecen jugar al pin-pón separados por la barra quitamiendos y los olivos que ya no veo me hacen recordar a los Jackson Five de Serradilla mientras Cohen me susurra al oído serenatas de invierno y los coches anónimos parpadean en esta carretera del susto, quien sabe si de la muerte... Muchas familias (pepinos adelantando con la última de Pixar en el DVD) pasarán aquí la noche, muchos camioneros permanecen resignados en los rediles de nieve y en la...

Aniversario difuso

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Jamás pretendí que mi indiferencia se volviese un monstruo pesado incapacitándome para infinidad de acciones, especialmente para el olvido. Nunca vi más allá de los pasos lógicos, casi nunca más allá del humor con intermitencias o los días en que el frío era un estorbo para la poesía. Ya a destiempo vivo en la ciudad sin sueño donde todas las noches eran promesas que nunca creí y los perros andaban solitarios como vagabundos budistas por las calles sin tráfico y las colinas. Con tristeza volvían sus ojos amarillos para contemplar por un instante la bella ciudad ardiendo entre la bruma. Lhasa de Sela___Is anything wrong

Eso no

No mires atrás

Zafra, Gloria, Santísimo (micronovela en urgencias)

We’ve all been changed from what we were Can we start this again? Smokers Outside The Hospital Doors___The editors CAPÍTULO 1 Zafra, Gloria, Santísimo Las palabras cansadas para cansar al dolor. Palabras que atribuyo al más allá encerradas en el más acá del hospital. Hay cabezas que a veces se asoman tras las paredes para llamar a los pacientes. Todo el mundo parece tener un nombre y un par de apellidos. A lo lejos veo una figura que no puedo dejar de identificar con el cuerpo escultural y voluptuoso de La Rubia. CAPÍTULO 2 Cuando vuelvo de comprobar que la rubia no está en urgencias esta tarde voy al fondo del pasillo a experimentar el efecto del bosque verdísimo fotografiado en la pared de los lavabos. Parece decir a los heridos expectantes: "hay un mundo de satisfacción ahí afuera" CAPÍTULO 3 Por un momento pienso que mi espera en urgencias es una impostura más, una aventura para escapar del hastío primaveral. Alrededor todo parece ignorarme. Hay pacientes que adoptan una ...

Habitación de agua

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Una habitación de agua dentro de mi habitación de cemento Un contraste, quizá una pantalla, una caverna... (Pero eso es otro asunto así que contaré lo estrictamente cierto) Veo la playa el domingo Vienen, sólo de ida, unas olas graciosas y cojas que intentan llegar a trompicones hasta mi ventana Los arcos imperfectos de espuma traen la resaca casi hasta aquí Creo que puedo estirar las piernas y mojar los pies en la orilla, respirar silbar ser silencio subyugado por la orquesta del mar Un ser valiente se adentra en la jungla de olas y espuma Llamaré Dominico a mi amigo anónimo y terminaré este poema de la debilidad Muchacho, qué envidia te tengo desde mi ventana en el sur

800 km al norte

Voy en la soledad clásica del asiento de atrás de un taxi. Me emociono al descubrir la Ursa Major emergiendo tímidamente tras el mar. Un reencuentro en toda regla pienso. Poco a poco, la acumulación de luces en la autovía provoca la aparición de unas gafas montadas sobre una nariz y la pantalla de un móvil viajando como un ectoplasma al otro lado de la ventanilla. Ver el puzzle de las constelaciones es volver a casa en diciembre , cruzar el puente que vigila la ría de Navia , contactar otra vez con todos esos mitos arruinados por el tiempo y la distancia , binomio que maneja los hilos de la existencia

Volver

Volver otra vez pero de otra forma. Venir con la certidumbre de no ir nunca más. Llorar y acortar así las distancias, detenerse en el camino, buscar las playas para encontrarme y encontrarte a ti, en las olas sucesivas que definen el tiempo, en el contraste, en la quietud, en la división aterciopelada del horizonte. En definitiva echarte de menos. Casi físicamente. Como sudar o como una herida. Así volví.