Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2011

Porque sueño

Imagen
  Fuente foto No heredé tronos ni álgebra. No usurpé, no maté, no quise un cuerpo hecho de gloria hecha de exceso hecho de sobras. Sí busqué nubes en suelos abiertos, honor en trazos en los libros, memoria en las callejuelas, deambuleo por la vida de mis ropas. Al final hay un río que empieza y desbarranca los temores bajo el sol, pervive la alegría en los reversos y la monotonía huye de una nada que patina sacrificando tantos besos, tantas estrellas adictas a lo oscuro. Porque sueño, yo no lo estoy... Porque sueño. Porque los instantes siempre son sufijos y la vida es una vanguardia de punta redonda y el verso un silencio disfrazado de sonido, un recuerdo ya, un adiós que saluda, un dios en coma sin voz ni potestad para sancionar la cobardía.

Habitas

Por la costura de una luz también transitas tú, férrea, que te afincas en mí, y te agarras a las metáforas con los dientes. Habitas en más de un poema con los versos mojando tus tobillos. Roncas en las tempestades sine loco y ríes en la tierra negra, en un mar que saluda negando a Europa y a casi todo. Ubicua y otra te haces paciente y fértil en estas galeradas, prosperas en la transversal de literaturas y espejismos. Sobrevives y das vida. Eres esa suerte que reactiva el resto de los misterios.  

Balance de Manes

a) Hurtadora de metáforas, asedia tópicos o subterfugios, aspira a criptas inaccesibles y vacuas, de imposturas y presupuestos, de cálculo, somera, frívola, llena de nadas y de palabras violadas, de falsos dioses repleta, envenenada de mitos espurios y de fuegos de artificio. b) Poesía que sorprende porque brota, poesía que llega porque crece y se estira con autonomía. Poesía conectada al poema y no al poeta, poesía de la honestidad de la verdad de la tierra de las vísceras del dolor y el amor y la distopía. Pensada para ser pensada, robada para darse, plataforma, instrumento, arma, antorcha. 

La lucha por la memoria

A nuestra patria atávica pertenezco, y a ella le debo un fortín, un arco y muchas flechas. Uso puños, versos y costuras. Sé ser bufón además de guerrero, y ser todos además de yo. Contra mí también peleo y contra los que amo y contra los que apenas cruzan la pasarela al horror ni a lo excelso. Ahora es ya y no hay dolor ni balas sin memoria que hagan impermeable esta trinchera.

Un final

Desde un pedestal me asomé por casualidad a un olvido de papel. Como Bretodeau más y más pequeño me hice, y me acarició un final, y lloré...

Y entre tanto, la lucha

 A veces es preciso huir a un libro, una imagen, otro lugar... Desde el baño, por la ventana, veo un día nuboso y gris, y que hay viento dirigiendo el aire a su antojo. Me fijo atentamente en las nubes durante un momento, examino el desplazamiento, la velocidad, el color, la forma, cómo se combinan desde arriba con los árboles, con los cables y con los campos, cómo el aire activa el improvisado juego de una cometa esférica hecha para no poder abarcarla, ni dominarla. Al fin, pienso, un signo de otros tiempos, en pleno examen a través de la ventana. Si hemos de volver a lo primordial me quedo con esto y con otros poemas que fijan, sin que yo logre comprender por qué, la alegría en sus versos. Lo demás vendrá, seguro, como un cielo que se ha visto despejado pacientemente. Y entre tanto, la lucha. La lucha.