Hálito de Sundfør
Como el cometa de aquel verano del noventa y cuatro llegas a esta vida de segunda generación, a este extraño invierno canicular. En alguna parte ya hemos oído el sueño ligerísimo de tu voz, esa promesa que camina hacia atrás... Tus manos pintan salmos sobre un lienzo cenizo donde ya no queda nada, en un mundo que se sostiene a duras penas, como una bolsa de plástico a merced del viento. Mientras saltan las estrellas en tu pentagrama ahí fuera otras cuatro notas dan sentido a la inmensa noche enmascarada. Cuatro referencias (Polar, Sirius, Aldebarán, Vega) Cuatro puntos cardinales entre nuestro archipiélago y el misterio