Cállate



En la tremenda cháchara
el silencio consiguiente
bastará para callarnos.

Sabremos a quien respetar
cuando la mirada común
caiga sobre ella
como una tormenta.

Y, por fin libres,
sin querer
sobrevolaremos la palabra.
Viajaremos callados
hacia la mirada del otro.
 

Comentarios

Entradas populares de este blog

El sabor de la manzana

Mujeres (Manuel Vilas)

Le temps detruit tout