cuando cojes la veinte, el camino empieza a ser civilizado,duro y pedregoso. Pero compensa con la independencia y algun que otro momento de claridad. No abandones, a pesar de todo, ahora viene lo mejor.
No, de verdad que lo escribí durmiendo. Y no es la primera vez que hago algo parecido. La verdad es que no sé qué puede significar ni si tiene relación con mi recien estrenada venerable edad xD
"No las ves que están agotadas, que no se tienen en pie, que son ellas las que sostienen cualquier ciudad, todas las ciudades. Con el matrimonio, con la maternidad, con la viudedad, con los golpes, ellas cargan con este mundo, con este sábado por la noche donde ríen un poco frente a un vaso de vino blanco y unas olivas. Cargan con maridos infumables, con novios intratables, con padres en coma, con hijos suspendidos. Fuman más que los hombres. Tienen cánceres de pulmón, enferman, y tienen que estar guapas. Se ponen cremas, son una tiranía las cremas. Perfumes y medias y bragas finas y peinados y maquillajes y zapatos que torturan. Pero envejecen. No dejan las mujeres tras de sí nada, hijos, como mucho, hijos que no se acuerdan de sus madres. Nadie se acuerda de las mujeres. La verdad es que no sabemos nada de ellas. Las veo a veces en las calles, en las tiendas, sonriendo. Esperan a sus hijos a la salida del colegio. Trabajan en todas partes. Amas de casa encerradas en cocinas que
[...] El sabor de la manzana (declara Berkeley) está en el contacto de la fruta con el paladar, no en la fruta misma; análogamente (diría yo) la poesía está en el comercio del poema con el lector, no en la serie de símbolos que registran las páginas de un libro. Lo esencial es el hecho estético, el thrill, la modificación física que suscita cada lectura.[...] Jorge Luis Borges. Prólogo de Poesía completa. Destino. 2009
A quién denunciar, donde presentar una queja, qué justicia digerirá esta verdad inexplicable: estuvieron entre nosotros pero ya no estarán más. Habitaron este mundo. Yo no sé si los hemos aprovechado bien, si hemos puesto suficiente amor encima de la mesa. No hay consuelo en la sospecha de que ese miedo es recíproco, que tampoco ellos supieron amortizar los abrazos. Cómo habitar ahora los días restantes con su presencia hueca a la vuelta de las esquinas, sin su imponderable humanidad. En las casas nuevas y desprovistas, en el imaginario que sobreviene, nadie estaba preparado para esta profética orfandad.
Comentarios
millones de felicidades!!
Igual la interpretación de Tefi vale :D
Un saludete