Otra espiral
En uno de sus diálogos de madrugada explicaba al Incorpóreo de turno sus mecanismos para evitar las andanzas en sueños. En esa ocasión, en el mundo oscuro, consciente, antes de dormir, pegaba un papel a la parte de atrás del móvil especificando el procedimiento a seguir cuando saliera de si mismo. "No pasa nada, estás soñando, vuelve a dormirte" Comprometido a su cita, a las cuatro o cinco de la madrugada una acción del reino de lo onírico lo sacaba súbitamente del sueño estático y lo metía en la (primera) dimensión paralela de su vida. Como si fuera una rutina laboral consultaba la pantalla brillante del aparato con el primitivo propósito de registrar la hora del cambio ignorando el mensaje que su espejo en el mundo oscuro había colocado expresamente para él. Entonces empezaba a relacionarse y reñir con los Incorpóreos. Ellos lo buscaban, lo provocaban sabiendo que su embriaguez no lo mantendría callado. Él se enervaba, discutía, se burlaba, se moría de risa. Los diálogos co...