Puenting a las 00:28
Sé de sobra cuándo me voy a ir a la cama sin cenar. Es justo a las 00:27, el momento exacto en que el estómago da un triple salto mortal y en una carambola cruel choca con violencia contra el corazón cuando éste está buscando la forma de lograr el latido número 64921 del día. El mundo se me viene encima casi literalmente, me veo a miles de millones de kilómetros desde el alfeizar del universo y me da lástima haber sido sólo una broma, un chiste estropeado por el azar. Ahora mi no plan se basa únicamente en no pensar, mi única meta es perder el conocimiento cuanto antes, evadirme de este vértigo. Me alivia pensar que soy un experto en eso, me levanto, voy hacia la cama y me dejo caer desde muy muy arriba como si hiciera un puenting sin cuerdas ni sentidos al abismo de la inconsciencia.