Mayo
El toro tras el manzano resultó ser sólo un cuerno dorado, muy fino, tirando con saña de la curva del mar fugitiva. Yo ya he muerto si los grillos callan, si las estrellas se bloquean de repente en un uno o un cero, si se extingue en nada el aroma vivo, tan superfluo, contemporizador de mayos y silencio. Los árboles en fotograma son también pasado y futuro, memoria, nunca ya, jamás delegaciones espurias de la muerte y del caos. Las casas guiñan amarilla luz en las ventanas y pasa el tren a lo lejos, entre bosques de castaños y recuerdo. Y después, al final, se esconde tras los tejados del oeste un Venus regado de silencio , y el viento pasa como un minutero que huye de ayer y los párpados se quedan adormecidos, como pequeños gorriones en mitad de la oscuridad y el olvido.