Silencio revolucionario
Esas tiras de luz son la veladura de la tarde patinando sobre este cielo, quizás desde el cielo particular de la ciudad donde vives. La luz que envías se recibe en este Oeste como el derrape de un rio cuya presa ha estallado de golpe en las montañas. Los árboles desnudos del parque no pueden ser otra cosa que iconos de una revolución tenue amparada por el silencio. Dime, a qué hora oscurecen los campanarios en tus oidos, cuándo levantarás tus ojos del libro para que tu pensamiento se desmaye de nuevo sobre mí.