Los pasos ciegos



Y llegó la mañana que te superpuso
en las coordenadas más sagradas
de mi agenda.
A favor de viento
siseábamos juntos
in a river that smells like the sea*
y las palabras llegaban al mar
y el mar daba nombre al río
-y ahora estarás sonriendo-


Se confabuló la playa
para ser perfectamente
imperfecta.
Y tras unas huellas
de agua en la arena
de repente
se hizo lunes
un domingo a mediodía.


A la vuelta
tus ojos dejaron
de pertenecer a la luz,
y el viento te llevaba
y yo te llevaba 
y los pasos ciegos
y los pasos que veían
cosieron versos y saudade
durante todo el camino
hasta casa.








*The riberbank. Bardamu. Ecce Homo. 2011

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