Quién
¿Quién me garantiza un final de luto,
un camino reverdecido a la esperanza?
¿Quién me guía si me duelen los campos,
nacarados e invisibles,
el olor de las piedras,
la luz de la luna hidratando el mar
-y arriba su cielo de agua dulce
fluyendo hacia las estrellas-?
¿Quién me va a descifrar
las huellas crujientes en la grava,
la serenata, el código de las luciérnagas,
la primera cerveza en la penumbra?
Nadie, excepto yo, puede encontrar
para mí el camino que me lleva a casa,
el dulce fluir que me devuelve.
Ésa es la esperanza
Comentarios
Es una chorrada, lo sé. Me la dijo una ex. Pero hasta un reloj estropeado acierta dos veces al día...
divina entrada!