"No las ves que están agotadas, que no se tienen en pie, que son ellas las que sostienen cualquier ciudad, todas las ciudades. Con el matrimonio, con la maternidad, con la viudedad, con los golpes, ellas cargan con este mundo, con este sábado por la noche donde ríen un poco frente a un vaso de vino blanco y unas olivas. Cargan con maridos infumables, con novios intratables, con padres en coma, con hijos suspendidos. Fuman más que los hombres. Tienen cánceres de pulmón, enferman, y tienen que estar guapas. Se ponen cremas, son una tiranía las cremas. Perfumes y medias y bragas finas y peinados y maquillajes y zapatos que torturan. Pero envejecen. No dejan las mujeres tras de sí nada, hijos, como mucho, hijos que no se acuerdan de sus madres. Nadie se acuerda de las mujeres. La verdad es que no sabemos nada de ellas. Las veo a veces en las calles, en las tiendas, sonriendo. Esperan a sus hijos a la salida del colegio. Trabajan en todas partes. Amas de casa encerradas en cocinas que...
Comentarios
sí joder.
mercenarios del reloj, me ha gustado el término.
aunque lo que más,
lo de "la cita que ya no fue".
quizá por mi naturaleza melancólica..
tus textos también enganchan tin,
siento si he estado un poco ausente.
unabrazoo!
besitos, me gustó mucho tu escrito!
beso!
el reloj, profeta del demonio!
Asco de tiempo oiga... un tirano... o le sigues o te quedas tirado en la cuneta.
y por otro lado...¿Quien es capaz de seguir siempre al tiempo?...juega con ventaja... sabe que somos lentos, porque sabe que estamos vivos.
Saludos.