Prosa mañanera y tontorrona
Las rendijas de luz se cuelan en la penumbra, avanzan a velocidad de amanecer hasta que siento el calor del astro naciendo en los párpados. Y me despierto, y me quedo extrañamente suspendido en el recuerdo y hasta el recuerdo mismo me parece ajeno. El tiempo, el viento, las playas donde flotaba tu pelo. Supongo que éramos extraños entretenidos en el dolor y en el mar, que no hicimos caso de las señales que dibujamos con inocencia en la repetición de los días y las noches. Ahora sólo tenemos la erosión del tiempo, las partículas que se difuminan y que apenas llegamos a vislumbrar desde el compartimento estanco de nuestras vidas.
Comentarios
jejeje
besos
Muy lindo, gracias!
besitos
en fin, las historias se repiten, no?
q te siga gustando jugar con la luz:)
saludos!
"al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver".. lo cantò Sabina y yo se lo creì.. un beso, Vero.
abrazos troN